Mientras vivimos nuestra vida y nos creemos sus dueños y señores, un destino oculto se cumple a nuestras espaldas. Es como si hubiera dos caminos que tenemos que recorrer al mismo tiempo para desenvolvernos en la vida. Por una parte, recorremos el camino de nuestra vida encaminándonos hacia distintos objetivos que nos proponemos. Pero al mismo tiempo, tenemos que recorrer el camino que nos lleva a nosotros mismos, el camino que define nuestra identidad. Viajamos a Tebas o a Corinto, como podríamos viajar a Calipso o a Itaca, pero al mismo tiempo somos Edipo, somos ...
continua