La crisis económica, el desempleo, la falta de horizonte y la corrupción política son la fórmula base perfecta para que florezcan las ideas más extremistas. Así ocurrió en la Europa de entre guerras con el fascismo italiano y alemán, y así está ocurriendo, por ejemplo, en Francia con el Frente Nacional y en Grecia con Amanecer Dorado. España no se libra del ascenso de los grupos de ultraderecha y extremaderecha.
Partidos como Plataforma per Catalunya cuentan con 75 mil votos y enarbolan un discurso xenófobo, racista y de "defensa de la patria" frente al ...
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