Entre 1820 y 1914 diez millones de alemanes abandonaron su país en busca de una vida mejor. Un puñado llegó al sur de Chile para tratar de imponerse a una naturaleza inesperada. Bosques fríos y húmedos, terrenos pantanosos y cielos grises obligaron a los nuevos habitantes a desarrollar esfuerzos titánicos. Con el correr de los años, los alemanes de Llanquihue se establecieron en su nueva patria. Los laureles, lingues y alerces se convirtieron en
casas. Las laderas se llenaron de
casas e iglesias. Crecieron Llanquihue, Puerto Varas, Frutillar, ...
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