En la Colonia Dignidad, el alemán Paul Schäfer dominaba a sus seguidores con mano de hierro. El trabajo duro, la violencia y el abuso marcaban el día a día de la secta. Durante la dictadura de Pinochet, presos políticos fueron torturados y asesinados allí.
La Colonia Dignidad adquirió una triste fama en todo el mundo por las décadas de violaciones de derechos humanos ocurridas en ese asentamiento. "Las estructuras de la secta todavía existen hoy", dice Horst Schaffrik, quien aún vive en sus extensos terrenos en Chile. En 1961, Paul Schäfer comenzó a ...
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