Como ya vimos, Claude Lévi-Strauss convierte a Rousseau en el padre de la antropología, lo mismo que Galileo es el padre de la física. Galileo parte de una bola que rueda eternamente en el vacío, algo que no puede existir, pero que es el punto de partida para comprender las cosas que existen. De la misma manera, Rousseau nos habla de un estado “natural para el hombre”, que quizás no existe, que quizás nunca existió y quizás no existirá jamás”, pero “sobre el que hay que tener las ideas muy claras si queremos juzgar bien nuestro estado presente”. En ...
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