La “conciencia desdichada” es una figura muy importante de la Fenomenología del Espíritu (decía Hyppolite que era la estructura fundamental de todas las otras figuras), que de alguna manera representa lo esencial del cristianismo y, también, de eso a a lo que llamamos “amor”. La “desdicha” en cuestión viene a resumirse en la perplejidad de tener lo absoluto, la totalidad, a Dios mismo, ahí enfrente, como una cosa sensible entre las cosas sensibles. Se puede comulgar con una Totalidad perdida, recobrándola mediante el sentimiento religioso de una ...
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