“La interpretación ayuda a que tu mundo emocional y todo tu sistema nervioso estén más abiertos, se relajen en muchos sentidos. Las armas que tenemos los actores para trabajar en un escenario son nuestra voz, nuestro cuerpo… pero son nuestros sentimientos los que ponemos al servicio del personaje”, explica el intérprete. Y añade: “El teatro debe de ser un espejo para la sociedad, donde el espectador se sienta identificado, se haga preguntas, encuentre respuestas y quizá su mundo emocional también se ponga en marcha”.
Carlos Hipólito inició su carrera como actor en 1976, aunque su amor por la interpretación surgió mucho antes, cuando de niño acudía con su madre al Teatro María Guerrero, y se enamoró de la magia creada detrás de un telón. Durante los últimos 40 años se ha convertido en uno de los grandes referentes del teatro, cine y televisión, con una sólida trayectoria reconocida con 12 galardones.
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