El escándalo sobre el presunto dopaje de deportistas rusos que tanto revuelo levantara en el 2015 promete una segunda temporada aún más enrevesada y turbia que la primera, y aderezada con todos los ingredientes de un buen 'thriller': chantajes, personajes de dudosa catadura moral huidos al extranjero, manipulación de sofisticados programas informáticos… Frente a la suciedad de todos estos manejos, las muestras biológicas de los deportistas rusos bien pueden pasar por un dechado de limpieza.