Al asumir la presidencia argentina, Alberto Fernández se encuentra con un convulsionado y cambiante escenario internacional. Asumió tras un contunde triunfo ante el neoliberal Mauricio Macri, que dejó al país en la virtual cesación de pago, alto desempleo, miseria y hambre.
No estamos solos, estamos con los movimientos populares en Chile, Ecuador, Ciolombia, que luchan por lo mismo que nosotros», señaló, tras dejar en claro que no reconocerá ningún gobierno de facto.
Un análisis de Pedro Brieger.
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