Los maoríes protestan contra lo que llaman "la ley más racista de Nueva Zelanda en 100 años". El proyecto de Ley de Principios de los Tratados pretende disolver de hecho el estatus constitucional especial de los maoríes.
Pero lo que está ocurriendo es algo más que una batalla política.
Es la historia de una lucha por la supervivencia cultural, los derechos de los indígenas y el futuro mismo de la identidad neozelandesa.