La economía alemana debe ser sostenible y climáticamente neutra. Pero, ¿acabará este cambio empobreciendo a Alemania? ¿Se enfrentan las empresas alemanas a desventajas competitivas y pérdidas de ingresos? ¿O se avecina un "milagro económico verde”?
El excanciller alemán Olaf Scholz anunció el «milagro económico verde». La esperanza: que las tecnologías innovadoras permitan la descarbonización y conduzcan a una mayor prosperidad. Por el contrario, los críticos de la transformación temen la desindustrialización y el declive económico de Alemania.
Al menos en el ámbito de las start-ups, la transformación ya se nota. Una de cada tres start-ups fundadas en Alemania es «verde» y quiere contribuir con sus productos o servicios a los objetivos ecológicos de una economía sostenible.
Sin embargo, hasta el 90 % de todas las start-ups no sobreviven a los tres primeros años. Y aún está por ver si las start-ups verdes exitosas podrán dar el impulso suficiente para sustituir, por ejemplo, a la industria siderúrgica y química.
Los hermanos Nathanael y Johannes Laier, de Würzburg, fundaron una start-up «verde» llamada «WeSort.AI»: el módulo de análisis que han desarrollado utiliza inteligencia artificial para separar los residuos por tipos y aumentar así la tasa de reciclaje. El potencial de la start-up es enorme: en Europa hay 1600 plantas de clasificación y reciclaje. Los fundadores incluso ya recibieron solicitudes de Australia.
Sebastian Rakers también fundó una start-up ecológica. Con su empresa «Bluu Seafood», quiere multiplicar células de pescado en biorreactores y utilizarlas, por ejemplo, para fabricar palitos de pescado. Esta tecnología del futuro podría contribuir a combatir la sobrepesca en los mares y, al mismo tiempo, mejorar la seguridad alimentaria de la población mundial.
A Rakers le gustaría producir las células de pescado a escala industrial en Alemania. Sin embargo, los obstáculos burocráticos para obtener la autorización en Europa son elevados y podrían obligarle a producir en el extranjero. Esto sería una mala señal para la economía alemana.
Ralf Wagner apuesta con su start-up "E-Lyte” por la transformación hacia una mayor sostenibilidad que es lo que la política promueve. Junto con tres cofundadores, produce en Kaiserslautern electrolitos innovadores con los que se pueden mejorar las propiedades de las baterías de los coches eléctricos.
Los expertos tampoco se ponen de acuerdo sobre si se producirá el milagro económico verde ni en qué forma. ¿Habrá un milagro económico verde en Alemania? Una cuestión que sigue generando debate incluso entre las voces expertas.