Sarah, una mujer afroalemana, intenta motivar a Eduardo, de Mozambique, para que asuma su rol de padre, a pesar de la distancia y de las diferencias culturales. Junto a su hija Luana, de un año de edad, viaja de Berlín a África.
Hasta 1989, en la República Democrática Alemana existían los llamados "Madgermanes”: trabajadores contratados de África que trabajaban duramente en el este de Alemania. Algunos fundaron allí familias, como Eulidio. Su hija Sarah creció con su madre Ingrid en Berlín. Su relación con su «segunda patria» florece poco a poco. También gracias a Luana, la bebé de Sarah, cuyo padre, Eduardo, también es de Mozambique.
Eulidio aún recuerda el trabajo en la central nuclear de Lubmin. Hoy cocina papas fritas en Springs, Sudáfrica. Sarah, por su parte, solo conoce a su padre por una fotografía. A los once años lo vio por primera vez y sintió una fuerte conexión con personas de piel tan oscura como la suya. Ya adulta, decide pasar una temporada en Mozambique, donde conoce a Eduardo. En el vuelo de vuelta, descubre que está embarazada.
El documental de Brenda Akele Jorde se centra en el intento de Sarah por reunir y retomar los hilos que se rompieron tras la caída del muro. Y muestra los retos que ello conlleva. Mientras Sarah se enfrenta al racismo en Alemania, en África se la considera alemana. Si en su día fue su padre, Eulidio, quien fue expulsado del país tras la caída del Muro, ahora es Eduardo quien solo ve a su hija de forma esporádica.