La tecnología armamentística del futuro plantea nuevos desafíos a los ejércitos. La guerra en Ucrania evidencia que la forma de librar un conflicto armado está cambiando. ¿Está al día el ejército alemán?
Drones, inteligencia artificial y sistemas antimisiles automáticos: se están desarrollando nuevas armas a gran velocidad. También el ejército alemán, la Bundeswehr, está incrementando significativamente sus capacidades buscando establecer nuevas prioridades. ¿Tiene sentido seguir invirtiendo en costosos tanques si simples drones los pueden destruir? ¿Qué papel jugarán en el futuro los aviones de combate, que cuestan millones de euros?
Según varios analistas, dentro de cinco a ocho años Rusia podría estar en condiciones de atacar territorio de la OTAN. Por ello, altos mandos de la Bundeswehr instan a Alemania a hacer acopio de suficiente armamento para el año 2029. ¿Hasta qué punto esto es realista?
¿Y qué tan grande es el riesgo de daños colaterales por errores de la inteligencia artificial? Los expertos ya no confían en que el uso de armas modernas como los drones permita tener menos soldados en el frente. Y es que las armas más complicadas necesitan más mantenimiento y, por lo tanto, más personal. Expertos militares advierten de una paradoja: en la guerra moderna se requieren más soldados que antes.
¿Cuál es la posición actual de Alemania, la OTAN y Rusia en lo militar? ¿A qué tecnologías están concediendo apoyos millonarios? Y, sobre todo, ¿hasta qué punto es realmente necesario y justificable el rearme?