¡Amigos! Este año decidí convertirme en un “burner” y visitar por primera vez el icónico festival estadounidense Burning Man. En mi RV, emprenderé un viaje desde San Francisco hasta Nevada, donde, en medio del desierto de Black Rock, entre polvo y bajo el sol abrasador, por solo una semana surge la ciudad de los sueños: Black Rock City. ¿Es una utopía, un cuento de hadas, una aventura capaz de cambiar tu vida? ¿O solo una fiesta de locos, adictos y cazadores de lo gratuito? ¿Un festival musical típico para ravers y tiktokers, o algo más profundo? Voy a desmentir los mitos sobre este legendario evento. ¡Acompáñenme!