Conferencia "Contemplaciones. La pintura frente a doña Emilia Pardo Bazán", impartida por Ana Rossetti (escritora) el 26 de marzo de 2025 en el marco del ciclo de conferencias "Las intelectuales españolas y el Museo del Prado. El siglo XIX"
"Contemplaciones. La pintura frente a doña Emilia Pardo Bazán"
A lo largo de su dilatada obra, es innegable que la condesa de Pardo Bazán (La Coruña 1851 – Madrid 1921) sabía ver y expresar lo que veía. Sus vívidas descripciones le otorgan a la escritura la característica de la plasticidad, pero ¿qué sucede pues cuando no tiene que dibujarnos la escena de un relato, sino que es la pintura misma la que debe retratar? Y entonces, sucede. Las observaciones ante los cuadros que visita, las conexiones que adivina y la emoción que extrae nos remiten instantáneamente a la obra contemplada y, la conozcamos o no, nos inducen a sentirla tan poderosamente como si la tuviésemos presente.
En las crónicas que va desgranando durante sus viajes se refiere a las transformaciones que la pintura está experimentando, cuando aún no se han formateado la mayoría de los cerebros para percibirlas; también se refiere al Greco, cuando el gusto común no se había refinado lo suficiente para apreciarlo. No es fácil detectar lo que aún no se ha definido, y mucho menos valorarlo; se requiere de un instinto especial. Eso es lo que resalto de su relación no solamente con las artes, sino con la vida: su valor para decir en una época en que la palabra de una mujer se desvanecía en el aire cuando no se convertía en arma arrojadiza contra sí misma. Ella se responsabiliza de su propio criterio y se reafirma en su admiración cuando ve lo que ve y nos lo comparte. Y es de eso de lo que voy a hablar.
"Las intelectuales españolas y el Museo del Prado. El siglo XIX"
Cada día es más claro cómo participaron en los espacios de sociabilidad cultural del siglo XIX las mujeres, irrupción que, a pesar de tanto impedimento a la presencia femenina, se extendió más de lo que durante mucho tiempo suponíamos. Recorrieron el siglo sucesivos obstáculos y dificultades al deseo de afirmación subjetiva de las mujeres y a la igualdad con el varón. Y un espacio tan significado política y culturalmente como era el Museo Nacional del Prado, abierto al público en 1819 al servicio de la nación, no podía dejar de presentarse como un reducto fuertemente masculinizado, restringido socialmente a las mujeres y a las clases populares. Ese factor político, junto al retraso en la incorporación femenina a la formación académica, reduciría en sus salas la visibilidad de la mujer, que se focalizó sobre todo en las copistas –poco a poco crecientemente extranjeras–, además de unas cuantas aristócratas y otras visitantes casuales. La apropiación estética y simbólica de la extraordinaria colección del Prado encajaría mal con la moral doméstica que, bajo distintas formas, articuló el romanticismo. Vinculadas al Museo de distinta manera, vamos a intentar, sin embargo, acercarnos a la vida y la obra de unas cuantas mujeres de letras –Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Concepción Arenal y Rosario de Acuña–, para ofrecer un panorama de sus particulares estrategias y modos de afrontar la exclusión intelectual. Y reconsiderar cuánto tiempo faltaba para que algunas de ellas, de imponente potencial creativo, hicieran realidad el reconocimiento público de la igualdad. Solo Emilia Pardo Bazán –por quien comenzaremos este ciclo– llegó tan lejos como para convertir su pasión por el Museo en fuente de su crítica de arte.
Ciclo de conferencias "Las intelectuales españolas y el Museo del Prado. El siglo XIX" – 26 y 29 de marzo y 2, 9 y 12 de abril de 2025
Visita: www.museodelprado.es