Conferencia "El cuadro de "El Expolio de Cristo", para la catedral de Toledo. El primer encargo que el Greco tuvo en España", impartida por Rafael Alonso (restaurador) el 5 de marzo de 2025, en el marco del ciclo de conferencias "Los retablos del Greco en Santo Domingo el Antiguo (1577/1579)".
"El cuadro de "El Expolio de Cristo", para la catedral de Toledo. El primer encargo que el Greco tuvo en España"
En la conferencia se explica la trayectoria humana y la formación artística de Doménico, desde su Creta natal, pasando por Italia, hasta su llegada a España, explicando la génesis del encargo del cuadro para la catedral y los del monasterio de Santo Domingo de Toledo. También se aborda cómo el Greco concibió la composición del cuadro, el análisis de la técnica pictórica y los materiales que el Greco empleó para la realización del cuadro y del estado de conservación de la pintura y de su restauración.
"Los retablos del Greco en Santo Domingo el Antiguo (1577/1579)"
A mediados de 1577 el Greco se hallaba en Toledo, seguramente convocado por el deán de la catedral primada, don Diego de Castilla, quien deseaba contar con un buen pintor para que se ocupara de los retablos de la nueva iglesia del monasterio de Santo Domingo el Antiguo, uno de los más importantes y antiguos cenobios de la ciudad, habitado por monjas cistercienses. Además del diseño de las trazas arquitectónicas y de las esculturas, el cretense realizó ocho telas de diferentes dimensiones y formatos que debían atenerse a los asuntos solicitados por encargo del influyente deán, a quien debe igualmente la realización del Expolio para la sacristía de la catedral.
El encargo se concluyó en 1579 y el resultado hubo de suscitar la admiración de quienes contemplaron unas telas que mostraban a un maestro granado y solvente, que se manejaba con deslumbrante soltura en la composición de obras de gran formato, cargadas de reminiscencias italianas tanto en los modelos figurativos como en el colorido y factura.
Esos lienzos, trabajados con un modo propio que, con matices, mantendrá a lo largo de su carrera, le colocaban como un novedoso artista. Con el pasar de los siglos, esta etapa se consideraría lo mejor de su producción, al menos hasta la irrupción de las vanguardias de finales del siglo XIX y principios del XX, que supieron reconocer y valorar las obras finales del Greco.
Hacia 1830 las pinturas iniciaron su dispersión, salvo tres de ellas. En la exposición temporal Los retablos del Greco en Santo Domingo el Antiguo (1577/79) vuelven a reunirse, a excepción de la custodiada en el Museo del Ermitage.
Visita: www.museodelprado.es