En el corazón de Cuba existe un pueblo cuya historia está tejida con sueños americanos y chocolate. Milton Hershey, un magnate visionario, llegó a la isla con la ambición de construir un imperio, pero no solo de chocolate, sino también una comunidad que representara sus ideales de progreso y bienestar. Así nació Hershey, un pueblo único en el Caribe, diseñado con precisión americana pero arraigado en la cultura cubana.

Sin embargo, la historia de Hershey, Cuba, no es solo una crónica de éxito. Entre los trenes que aún recorren el lugar y las fábricas que alguna vez vibraron con actividad, se esconden los ecos de la caída de un imperio y de los desafíos políticos y económicos que transformaron el destino de este pueblo.