En Nápoles, la asociación Maestri di Strada lucha contra el abandono escolar y la delincuencia juvenil. Los llamados maestros de la calle ofrecen una perspectiva a los jóvenes que podrían ser reclutados por la mafia.
La asociación fue fundada a principios de los años 2000 por el antiguo profesor Cesare Moreno. En talleres y sesiones individuales, equipos formados por maestros, educadores y psicólogos se ocupan de más de 500 jóvenes, algunos de ellos en situaciones difíciles, y les ofrecen perspectivas de futuro. El reportaje acompaña a Francesco, de 17 años, que antes era considerado agresivo y faltaba a menudo a la escuela. Gracias a su tutora, María, asiste regularmente a clases en su nueva escuela y está haciendo una formación profesional como cocinero. Concita, de 15 años, también vive con los maestros de la calle y, en un grupo de teatro, está afianzando su deseo de convertirse en actriz o diseñadora de moda. Los maestros de la calle se concentran en el barrio de Ponticelli, controlado por la Camorra napolitana. Aquí son respetados porque también se ocupan de los familiares de los clanes mafiosos. Para Maestri di Strada lo importante no es el rendimiento, sino la buena convivencia, que ayuda a ofrecer a los jóvenes una perspectiva más allá de la delincuencia. A pesar de las circunstancias adversas, como un antiguo edificio escolar en ruinas que les sirve de sede y la falta de apoyo de las autoridades, estos comprometidos maestros de la calle no se rinden. Su sueño es fundar sus propias escuelas en toda Italia siguiendo su enfoque pedagógico.