En Guatemala hay unas mujeres queridas y admiradas por sus vecinos hasta el punto de considerarlas miembros de sus familias. De hecho, los niños las llaman abuelas y en la calle salen a su paso para abrazarlas. Se trata de las comadronas tradicionales. El agradecimiento que reciben no es para menos, ya que miles de bebés han venido al mundo gracias a su saber hacer y dedicación en cuerpo y alma con recursos limitados, pero con excelsos conocimientos.