Cuatro de las siete refinerías más grandes del mundo están en Suiza, pero sus regulaciones son más bien débiles. ¿Qué hace la industria para que el "oro sucio” no acabe en Suiza?
Suiza es el epicentro internacional del oro. Entre el 50 y el 70 por ciento del oro extraído en todo el mundo se funde y se trabaja en estas refinerías. Una vez derretido, ya nadie puede determinar de dónde proviene. En 2023, la ONU envió una carta al gobierno suizo. El reclamo: las leyes son demasiado laxas. Así, Suiza se convierte en una entrada para el oro que está relacionado a la vulneración de derechos humanos, trabajo infantil, envenenamiento por mercurio, destrucción del medio ambiente o financiación de grupos ilegales. Por su parte, el gobierno y la industria de ese país afirman que realizan grandes esfuerzos para que las cadenas de suministro sean transparentes.
El documental intenta explorar qué tan exitosos son esos esfuerzos. ¿Es posible rastrear y monitorear completamente las cadenas de suministro? Un viaje al mayor productor de oro de África muestra que las expectativas y la realidad, con frecuencia, distan mucho.