Desde 2020, las orcas atacan barcos en la costa atlántica de Europa una y otra vez. Los investigadores intentan averiguar los motivos. ¿Curiosidad? ¿Competencia por la alimentación? ¿O es un juego?
En su reino, los océanos del mundo, las orcas no tienen un depredador natural. Estos mamíferos marinos altamente desarrollados se mueven en estructuras sociales estrechas y son inconfundibles por las manchas blancas detrás de sus ojos.
Desde que terminó el primer confinamiento por la pandemia de COVID-19, en mayo de 2020, una población de orcas atlánticas ataca barcos veleros en el estrecho de Gibraltar, frente a la península ibérica, y hasta el golfo de Vizcaya, frente a la costa francesa. Los animales persiguen los botes y atacan los remos hasta destruirlos. Que estos ataques sean fruto de un comportamiento imitativo es solo una de las muchas teorías sobre el fenómeno. Los expertos denominan los ataques "interacciones”, dado que normalmente solo los remos son atacados y destruidos. Hasta ahora ningún humano ha resultado herido.
En otras regiones del mundo se observan entre algunas poblaciones de orcas otros comportamientos nuevos que, como modas, vienen y van. Las orcas son animales sociales e inteligentes que, al parecer, prueban cosas nuevas, como técnicas de caza.
La comunidad científica de todo el mundo coincide en que las orcas del estrecho de Gibraltar están bajo un gran estrés. El Estrecho y la costa ibérica tienen mucho tráfico marítimo, los humanos y los animales compiten por el atún y la contaminación acústica es alta.
La documentación revisa las teorías actuales de investigadores, científicos y navegantes sobre el comportamiento de los animales.