La situación en Ucrania vuelve a ocupar los titulares después de que el Kremlin confirmara una conversación telefónica entre el presidente Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald Trump. Según el portavoz presidencial ruso, ambos líderes mantuvieron una conversación de hora y media en la que, entre otras cosas, Putin invitó a Trump a visitar Moscú. Sólo después Trump llamó a Zelensky, de quien ambos parecen querer deshacerse.
Las conversaciones de paz propuestas representan un escenario en el que Trump es visto como un mediador, aunque su posición parece inclinarse hacia los intereses del Kremlin. El propio Trump ha insinuado que, dado que Rusia “luchó por esa tierra y perdió muchos soldados” durante su invasión, debería conservar parte de lo que ocupaba. Mientras tanto, Trump desprecia al presidente ucraniano: “Zelensky hará lo que tenga que hacer… pero su popularidad en las encuestas no es tan buena”.
El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha dicho que "Estados Unidos no cree que la entrada de Ucrania en la OTAN sea un resultado realista para un acuerdo negociado". Sin embargo, el ingreso a la OTAN es la única manera confiable de disuadir a Rusia de invadir Ucrania nuevamente en los próximos años. También ha afirmado que "volver a las fronteras que tenía Ucrania antes de 2014 tampoco es un objetivo realista".