De hecho, así era la Tierra hace más de cien millones de años. Luego, en el período Cretácico, ¡el mundo estaba lleno de criaturas increíbles! Imagínate un Mamenchisaurios de varias toneladas que sacudía todo el bosque con el pisotón de sus enormes patas. Si se incendiaban los árboles, el gigante podía apagarlos con facilidad incluso en las copas de los árboles. Para ello, sólo tenía que estirar completamente su largo cuello como si fuera una escalera de incendios. Por supuesto, el antiguo reptil no apagaba incendios, sino que utilizaba su largo cuello para alcanzar auténticos manjares, como los brotes tiernos y jugosos de las copas de los árboles.