El supergrupo alemán de punk rock, Die Toten Hosen, es un fenómeno de superlativos. Este documental musical sigue a la legendaria y más exitosa banda de rock de habla alemana durante una de sus mayores giras en la historia del grupo, mostrando tanto actuaciones bajo los reflectores como acceso total entre bastidores.
Fundada en 1982, con raíces en el punk alemán, la banda ha estado componiendo canciones durante 36 años en las que la política, la diversión y a veces la provocación no son en absoluto incompatibles y que reflejan el presente más que cualquier otra banda alemana. Para el cantante principal y letrista Campino, en los finales de los años 70 y principios de los 80, el punk era la alternativa a la asfixiante realidad de la vida en Alemania Occidental. Hoy en día, a pesar de su fenomenal éxito —habiendo vendido más de 19 millones de discos— su actitud sigue siendo punk.
Para ellos, ser punk significa llamar la atención sobre las injusticias sociales y realizar conciertos espontáneos, como en Chemnitz para contrarrestar los movimientos de derecha, además de ser leales y socializar con sus fanáticos y equipo. Una comunidad jurada cuyo único enemigo es el envejecimiento, muchos fanáticos y miembros del equipo tienen un tatuaje del lema de la banda "Bis zum bitteren Ende" ("Hasta el amargo final").