Una clínica veterinaria de la alemana Lüsche es extremadamente popular entre dueños de caballos. Su cirujano jefe, Jan Hein Swagemakers, realiza intervenciones mínimamente invasivas, aplicando técnicas de medicina humana.
Para llegar a esta clínica, algunos pacientes equinos incluso toman un avión y aterrizan en el aeropuerto de Fráncfort. En el Animal Lounge, la cuidadora de caballos Vanessa Wilkens les da la bienvenida a los cuadrúpedos huéspedes, que suelen acumular hasta doce horas de vuelo.
En grupos de tres animales, continúan su viaje en un estrecho remolque, ya sea a competiciones hípicas, la finca de sus nuevos propietarios o al quirófano del Dr. Swagemakers, cuya especialidad es ensanchar un canal nervioso del cuello de los equinos. Esto permite a los caballos enfermos volver a trotar y saltar sin dolores ni tropiezos. El veterinario de 63 años es una autoridad en el mundo de la medicina equina. Y no sólo como cirujano, sino que además es el veterinario del equipo nacional alemán de salto de obstáculos.
Para los dueños de la yegua Quiwi, que viven cerca de la frontera con Suiza, el Dr. Swagemakers es la última esperanza. Por eso no dudan en pagar lo necesario para transportar a su caballo a Lüsche.
El documental muestra una de las mayores y más modernas clínicas equinas de Europa, donde el especialista se encuentra con clientes cuyas expectativas son tan grandes como el amor que sienten por su caballo.