Un genocidio no se comete solo, necesita siempre cómplices... cómplices para la adquisición de armas o material de guerra, cómplices en los estrados judiciales, cómplices en los organismos multilaterales, al fin y al cabo, cómplices que se igualan en responsabilidad por violaciones de DDHH, por crímenes de guerra, por ayudar a matar bien sea de hambre o balas.
Alemania está en la mira por ello, es -junto al Reino Unido- el estado que mayor cantidad de plata y armas proporciona al régimen de Israel desde Europa, solamente superado por EU, el fiel aliado de Tel Aviv.
Nicaragua exige detener ese apoyo y pide eso ante la Corte Internacional de Justicia, el mismo tribunal que levemente pedía en enero a Israel abstenerse de cometer actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio, ¿y qué pasó? nada, no pasó absolutamente nada, para ese entonces los asesinados eran unos 25.900. Hoy dos meses y medio después las masacres siguen; hoy, con medio año y dos días de guerra son más de 33.000 muertos.
En Gaza por donde se voltee hay destrucción, sangre y hambre. Huele a muerte, huele a abandono mundial, así como a la humanidad elitista y poderosa, en pleno siglo XXI, los palestinos parecieran olerles tan diferente para hacerlos merecedores, del más completo desprecio.
La franja o se desangra, o se desnutre, ahí el llanto no tiene calma, los dolores no tienen cura porque siguen faltando medicinas y comida, principios básicos del derecho internacional que deben ser respetados en una guerra, establecidos en los Convenios de Ginebra, pero así como se irrespetan esas disposiciones internacionales de diferentes convenciones por los derechos humanos, también se hace caso omiso a la legislación internacional, esa que se cumple a cabalidad para unos pocos, para los que tienen poder.
La delegación centroamericana en la Corte alerta que Israel viola la Convención sobre el Genocidio de 1948 y la orden de la CIJ de tomar todas las medidas posibles para prevenir el genocidio en Gaza. Berlín no solo se defiende, sino que con el más completo descaro, a la luz del mundo, se escuda en la supuesta naturaleza defensiva israelí, que le permite mantener el envío de armas, tanques y plata. Todo se usa para matar. Por lo que, según Nicaragua, la hace tan responsable como a la entidad sionista, pues sabe en que se usa cada artefacto que envía y cada transacción que hace.
En 2023, Alemania entregó a Israel 353.070 millones de dólares, la cifra en 2024 superará con creces la del año anterior. “Alemania ha aumentado la transferencia de vehículos blindados”, asegura Zain Hussain, del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz. “Berlín también tiene contratos a largo plazo para submarinos. También suministran fragatas. Parece que Alemania firmó nuevas licencias tras el inicio de la guerra en Gaza, pero al igual que el Reino Unido, Alemania no es transparente en este asunto”, dice.
La guerra, sea cual sea, es un negocio que beneficia a los más vivos y mata a los más inocentes, no en vano, el representante de Managua confirma que empresas alemanas involucradas en la industria militar se están beneficiando directamente de la situación, el valor de sus acciones, desde el 7 de octubre, se han expandido como se expanden el humo, la rabia y la destrucción en Gaza.
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