Rusia acaba de revelar que Ucrania financió a los terroristas para que perpetraran el ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Moscú. Desde inicios de marzo, EU advertía a Rusia, basándose en su inteligencia, de un posible atentado terrorista, pero no especificaba posibles autores o fecha, no es casual que EU tuviera los datos y Ucrania el financiamiento, (seguramente enviado por terceros).
Para ese momento, EU no entregó la información completa por temor, según The New York Times, a que Moscú descubriera sus métodos de inteligencia, sin embargo, Rusia extremó la seguridad en la capital y regiones fronterizas a Ucrania, pero el ataque ocurrió donde menos se esperaba. EU, no tardó en pronunciar la inocencia de Ucrania, pese al conflicto activo con Rusia y los constantes ataques terroristas registrados en zonas fronterizas, más los intentos de generar terror en Moscú.
El ministerio de exteriores de Rusia incluso acusó rápidamente a la Casa Blanca de arrinconarse al precipitarse a culpar al grupo terrorista Daesh, cuando el incidente todavía estaba en curso. Ahora se extienden las aristas por la aparente vinculación del Daesh a la OTAN, con EU a la cabeza. La acción, la peor en dos décadas en suelo moscovita deja más de 140 muertos. Van más de 10 detenidos, entre ellos los cuatro que abrieron fuego contra la multitud en el Hall.
Rusia intenta tejer los hilos en las investigaciones, los fiscales van descubriendo nuevos detalles, determinando el papel y el grado de culpabilidad de cada participante y estudiando las conclusiones de los criminólogos y de los expertos.
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania, otra clara evidencia de los posibles nexos, pues ¿quién racionalmente intenta huir por fronteras que están fuertemente militarizadas, precisamente por el conflicto en curso? y aunque Ucrania negó de plano su implicación en el ataque, autoridades rusas insisten que Occidente atribuyó la responsabilidad al Daesh, como una forma de desviar la culpa de Kiev y los gobiernos que le apoyan.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos la implicación de Ucrania y la OTAN en el ataque terrorista al Crocus City Hall, en Moscú, que dejó más de 140 muertos.
Por Juan Carlos Rozo
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