Cinco meses de guerra, una guerra que no deja más que destrucción, dolor y muerte, y con la muerte la impotencia de algunos los líderes mundiales que han buscado a toda costa detener el genocidio, pero que hoy, con más de 30.800 muertos parece estar lejos de suceder.
Desde el primer día hay condenas a organismos políticos, de justicia y multilaterales, desde América Latina, mandatarios y líderes políticos se han pronunciado nuevamente en rechazo al genocidio, la petición a un cese el fuego definitivo y duradero ha sido perenne, pero ahora la principal preocupación es el ingreso de asistencia sanitaria y vital, por lo que mandatarios regionales claman por un cese humanitario de las hostilidades del régimen de Israel contra la Franja de Gaza.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva de nuevo ha reivindicado la creación de un Estado palestino soberano. "El pueblo palestino tiene derecho a vivir y a crear su país. No se puede hacer lo que hicieron: anunciar reparto de comida y después mandar misiles, abrir fuego, diseminar muerte", decía ante una multitud en Brasilia, la capital.
Al llamado del líder petista se ha sumado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El jefe de Estado ha reprochado ese silencio que ya parece ser una respuesta inminente de la Corte Internacional de Justicia. Un silencio que, a su juicio, se transmite en complicidad con el genocidio, la misma complicidad de Occidente, con EU a la cabeza y que ya lleva encima tres vetos a proyectos de resoluciones en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que pedían un cese el fuego para Gaza, algo que ha sido también condenado enérgicamente por Cuba ante la ONU.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos la contundencia de la condena de líderes latinoamericanos a un genocidio que se ha mantenido por cinco meses y al que asistimos en directo, mientras desde los estrados, los aliados del régimen de Israel parecieran complacerse cada vez que la cifra de muertos se engrosa.
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