Ni la condena de la comunidad internacional, ni las advertencias de Estados Unidos -su aliado indivisible- han hecho que Israel dé marcha atrás en su desmedida ofensiva en Rafah, al extremo sur de la Franja de Gaza.
Al menos 100 personas murieron en los ataques aéreos. Desde el pasado 7 de octubre se calcula que 1,4 millones de civiles palestinos, la mayoría desplazados internos forzados por el régimen israelí, se han apostado en esta zona, que se suponía ser la “más segura” para intentar sobrevivir.
Conforme a las estrategias de Tel Aviv y tras la orden de evacuación del premier Netanyahu a los palestinos de esta parte del enclave sitiado, para las autoridades y resistencia palestina, la entidad sionista no busca otra cosa, sino acelerar los ataques en Rafah para forzar el éxodo de los palestinos hacinados en la zona.
Incluso Tel Aviv pretende trasladar a sus fuerzas militares terrestres a la parte fronteriza con Egipto. Esto bajo el alegato de que es el último bastión de HAMÁS.
La tensión se profundiza, mientras la gran pregunta es adónde van a emigrar los millones de civiles que se encuentran acá.
En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos esta nueva ofensiva israelí y las repercusiones para las próximas aristas en el genocidio.
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