¿Hasta dónde se extiende realmente la Vía Láctea? Descubrimientos en los confines de nuestra galaxia

¿Has imaginado alguna vez lo que hay en los confines de nuestra galaxia?
La Vía Láctea ha cautivado los ojos humanos desde el principio de los tiempos. Sigue siendo magnífica y fascinante en una noche oscura, tanto si estás en medio del desierto como en la cima de una montaña. En las bellas noches de verano, desprovistas de contaminación lumínica, se puede seguir su trayectoria a través de la bóveda celeste sin ni siquiera necesitar un instrumento de observación. Forma una banda difusa que rodea el cielo. En esta banda se reúnen más de 200.000 millones de estrellas. De ellas, unas 6.000 son detectables sin prismáticos ni telescopios.
Desde el siglo XX sabemos que la Vía Láctea es nuestra galaxia. Este inmenso disco de estrellas está formado por una región central muy luminosa y compacta, conocida como el bulbo, y por brazos espirales más pequeños. Se calcula que la Vía Láctea tiene 100.000 años luz de diámetro y más de 1.000 años luz de grosor. Desde la década de 1990, los astrónomos han descubierto que nuestra galaxia no es simplemente una galaxia espiral, sino una galaxia espiral barrada. Tiene una pequeña barra de estrellas a ambos lados de la protuberancia central.
La Vía Láctea alberga el sistema solar y, por tanto, la Tierra. Forma parte del propio Grupo Local unido al supercúmulo de Virgo perteneciente a Laniakea.