Si todavía quedaban vestigios del mito de la “invencibilidad” del régimen de Israel en el campo de batalla, la llamada “tormenta del Al-Aqsa” de la resistencia palestina de HAMAS, lo ha terminado de derribar.
La magnitud de lo que ha estado sucediendo desde el sábado 8 de octubre, no tiene precedentes. HAMAS rompió el alambrado que separa Gaza de Israel en varios sitios, en el ataque transfronterizo más contundente que la entidad sionista ha enfrentado en más de una generación. Justo se produjo un día después del 50 aniversario del ataque sorpresa de Egipto y Siria en 1973 que inició una gran guerra en Asia Occidental, recordada como la Guerra del Yom Kipur.
Por su parte el premier israelí, Benjamín Netanyahu, declaró el estado de guerra y desde ese momento ha intensificado la agresión de Tel Aviv contra la ya asediada durante años, Franja de Gaza, ordenando incluso el bloqueo total del enclave costero. Ni agua, ni electricidad, ni comida. Todo esto en un contexto en el que la resistencia ha lanzado su grito de lucha, tras tantos años de opresión y robo de tierras contra los suyos. Un grito que no parece tener vuelta atrás.
Lo cierto es que mientras el régimen israelí pide ayuda a EU y amenaza con la profundización de sus ataques, HAMAS advierte que no habrá un alto el fuego, ya que se está al borde de un logro estratégico. Entre numerosas posturas de la comunidad internacional, matrices mediáticas, y una gran tensión en la región ante las incidencias del conflicto bélico en el entorno, la cifra de muertos al cierre de esta edición escala a más de 700 por el lado israelí y unos 560 en la Franja gazatí.
En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos la trascendencia de esta operación palestina y los próximos días por venir para la resistencia.
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