La lucha de Birmania por la democracia ha recibido poca atención internacional. Más de 20.000 personas mueren en las protestas contra el golpe militar de 2021, ataques aéreos castigan ciudades y pueblos. La resistencia es sofocada a tiros.
Esto no es Ucrania, sino la guerra civil olvidada que asola Birmania. Miles de jóvenes se arriesgan a morir y sacrifican su juventud para luchar contra un golpe militar que depuso a un gobierno elegido arrebatándoles lo que consideran su futuro.
Mientras el resto del mundo teme por la pandemia de Covid-19 y observa los horrores de la guerra de Ucrania, este conflicto interno tiene lugar en un país que abrió brevemente la puerta a una democracia parcial bajo Aung San Suu Kyi, antes de que una junta militar volviera a cerrarla de golpe.
En febrero de 2021, los jóvenes salen a la calle para protestar contra el golpe militar perpetrado ese mismo mes por Min Aung Hlaing, comandante en jefe de las fuerzas armadas de Birmania. De pronto, los manifestantes constatan que están disparando en su dirección y los están matando.
Un equipo de valientes reporteros pasó más de un año en Birmania. Su trabajo quiere acercar a la gente a esta guerra civil que ha sido en gran medida ignorada y olvidada por todo el mundo.
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