Los Haida, en Canadá, se han visto diezmados por la discriminación y las enfermedades importadas. Hoy día solo quedan 2.000 Haida, que viven en un archipiélago en el oeste de Canadá y luchan por mantener viva su lengua y su cultura.
El archipiélago Haida Gwaii es hogar de osos negros y otros animales salvajes. Sus orillas están bordeadas por densos bosques cubiertos de musgo. Los monumentales tótems a lo largo de la costa alcanzan los 53 metros de altura e ilustran la historia y las leyendas del pueblo Haida. Esta comunidad no transmite sus tradiciones por escrito, sino a través del arte y de la oralidad. Pero cada vez son menos las personas que hablan la lengua Haida con fluidez. Sus hablantes están muriendo y, con ellos, también el idioma.
Skil Jaadee White lucha por preservar la historia de sus antepasados y salvar la lengua Haida de la extinción. Esta joven vive con su familia en Old Massett, en el norte de Haida Gwaii. Su padre Christian es uno de los talladores haida más conocidos. Ahora mismo está construyendo un tótem de más de 20 metros de altura. Lisa, la tía de Skil Jaadee, tiene una galería y una tienda en la ciudad. Uno de los principios fundamentales de los Haida es que todo está interconectado. Por eso viven en armonía con la naturaleza. Este documental muestra la vida familiar de Skil Jaadee, la forma de vida sostenible del pueblo Haida y los increíbles paisajes del archipiélago.
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