La violencia contra los símbolos sagrados, en este caso para los musulmanes, se hace cada vez más repetitiva desde Suecia. Un nuevo episodio de profanación del Sagrado Corán, tuvo lugar en Estocolmo, y de las manos del mismo iraquí refugiado en la nación nórdica, que el pasado 12 de junio había quemado las páginas del sagrado libro.
Pero no ha sido solo el hecho, sino la permisividad de las autoridades suecas, en nombre de la “libertad de expresión”.
En esta ocasión las condenas y la ira de comunidades musulmanas fueron más allá, generando que el Gobierno de Irak expulsara a la embajadora sueca del país árabe, y decenas de manifestantes iraquíes irrumpieran en la sede diplomática sueca en Bagdad, incendiando algunas partes de la misma.
Es de recordar que incluso los hechos de las últimas semanas, conllevaron a que la ONU adoptara una resolución donde rechaza “toda apología y manifestación de odio religioso”.
Los líderes musulmanes en la región, han llamado a un boicot total al país europeo.
Según el Informe Europeo sobre la Islamofobia 2021, esta expresión de odio sigue siendo una amenaza creciente en toda Europa. Incluso a juicio de los investigadores, varios países del viejo continente promulgan políticas que contribuyen a la “institucionalización” de un problema que debería erradicarse urgentemente.
En esta edición de Detrás de la Razón por Hispantv, analizamos el trasfondo del hecho y la contradicción de la retórica sobre libertad de expresión en Europa, mientras se permite agredir las santidades de otras religiones.
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