A los 18 años, Ike Nnaebue intentó llegar a Europa desde su Nigeria natal. Pero en Mauritania desistió, era demasiado peligroso. Ahora ha vuelto a recorrer la ruta que la gente sigue utilizando para huir.
Ike Nnaebue es ahora un conocido director de cine, un destacado representante de "Nollywood", como se llama a la industria del cine nigeriano. Cuando en 1998 quiso emigrar a Europa, no veía perspectivas en Nigeria. Como tantos jóvenes africanos, soñaba con una vida mejor en Europa, al menos económicamente. Ahora, cámara en mano, emprende de nuevo el viaje desde Nigeria hasta Tánger, en Marruecos, pasando por Benín, Burkina Faso, Togo, Malí y Mauritania. En su camino, encuentra a hombres y mujeres que han abandonado su país con la meta de llegar a Europa, a pesar de todos los peligros y obstáculos.
En 1998, Ike Nnaebue desistió tras hablar en la ciudad de Bamako con un desconocido que le advirtió de los riesgos de sus planes. Ike siguió su consejo, interrumpió el viaje y nunca llegó a Europa.
Sin embargo, volver a Nigeria sin dinero era imposible. Ike Nnaebue pasó dos años en Gambia, donde pudo trabajar en algunas producciones teatrales y cinematográficas. A los 21 años supo lo que quería ser y regresó con su familia.
En comparación con aquellos años, hoy las redes sociales y la televisión muestran imágenes de esclavitud, abusos y otras atrocidades que se cometen contra los migrantes. Hoy nadie puede ignorar los peligros de un viaje así. Por ello, Ike Nnaebue emprende el mismo viaje que entonces, para comprender qué impulsa hoy a tantos y tantas jóvenes africanos a emigrar a pesar de todo.
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