Los líderes del G-7 se reunieron en Hiroshima para anunciar más sanciones a Rusia, reducir su dependencia económica a China, e intensificar el apoyo militar a Ucrania. Sin embargo, lo que más sorprendió de la cumbre no fue que en plena tensión bélica las potencias occidentales trataran de resignificar lo que ocurrió en Hiroshima, sino que el encuentro fue opacado por lo que fue la celebración de la primera Cumbre de China-Asia Central, que, si bien fue ignorada por la prensa hegemónica, reunió a varios mandatarios que buscan proponer un nuevo mundo geopolítico, un tablero internacional con nuevos protagonistas y reglas.
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