Evo Morales, primer presidente indígena en Bolivia, se ha consolidado como un símbolo de prosperidad y crecimiento económico en la nación. Esta situación lo sustenta para aspirar a un cuarto mandato de manera consecutiva, algo que lleva a cabo a pesar de los resultados del referendo del año 2016 en donde una parte del electorado rechazó esa posibilidad. El proceso se perfila como uno de los más complicados para Morales debido a la pérdida del respaldo de quienes en un principio votaron por él.