Irak afronta una difícil situación luego de 16 años de conflicto ininterrumpido: el flagelo de la droga. En su capital, Bagdad, ha aumentado tanto el consumo como la producción y la distribución por lo que las autoridades han creado una unidad especial para combatir el delito. La crisis ha sido declarada como un problema de salud pública a pesar que el país no cuenta con los recursos para rehabilitar a quienes presentan problemas de adicción.