Chile se alista para un proceso inédito. Sus ciudadanos votarán en un plebiscito que definirá si en el país se redacta una nueva Constitución que reemplace la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. Las manifestaciones dejaron un saldo de 31 muertos, unos 12.000 detenidos y 468 personas con daño ocular. Este último grupo se ha convertido en símbolo para la campaña que busca acabar de manera definitiva con la herencia autoritaria y neoliberal de la dictadura.