Ser alemán y de piel negra sigue siendo, para muchos, algo incompatible. En realidad, los afroalemanes viven desde hace muchas generaciones en Alemania. Cientos llegaron ya en la época del Imperio desde las antiguas colonias.
"Nací en Alemania. El alemán es mi lengua materna. Sólo estuve una vez en mi vida en el continente africano, como turista", dice Konrad Erben, estudiante de Jena. Sin embargo, muchos insinúan que no es alemán sólo porque es negro. Pero los afrogermanos llevan largo tiempo viviendo en Alemania; cientos llegaron de las antiguas colonias durante el Imperio Alemán para ser exhibidos en las llamadas "muestras etnográficas” o para aprender un oficio. Mandenga Diek fue el primer africano en recibir la ciudadanía alemana en 1896. Como comerciante de éxito, hizo campaña por los derechos civiles con la "Sociedad de auxilio africana": el comienzo de la comunidad negra en Alemania.
Durante el periodo nazi, los afroalemanes fueron utilizados para que apareciesen en películas de propaganda; por ejemplo, junto a Heinz Rühmann en "Quax en África”. Muchos fueron esterilizados a la fuerza y enviados a campos de concentración. Tras la Segunda Guerra Mundial, soldados negros estadounidenses mantuvieron relaciones con mujeres alemanas en la República Federal. Sus hijos fueron dados en adopción en Estados Unidos o condenados a la marginación racial en la vida cotidiana. Erwin Kostedde, exfutbolista de la selección nacional, habla de ello en el documental. Gabriela Willbold fue la primera niña negra que entró a la escuela en Cottbus. Se tomó al pie de la letra el discurso antirracista de la RDA y no toleraba ningún tipo de discriminación.
En "Negro y alemán", mujeres y hombres de cuatro generaciones cuentan sus conmovedoras historias, tan llenas de dolor como de orgullo: un documental sobre el racismo, la supervivencia y el empoderamiento.
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