Desde hace tres meses en Hong Kong, la excolonia británica convertida en región especial de China, viene siendo escenario de multitudinarias protestas cada fin de semana. Las mismas iniciaron como rechazo a la Ley de Extradición, que fue declarada muerta por la autoridad hongkonesa Carrie Lam, y ahora se ha convertido en una disputa entre quienes desean más libertades democráticas para la región y aquellos que desean permanecer leales al Gobierno de Beijing.