En China, todos los medios son buenos para controlar la sociedad civil. Presiones, arrestos e incluso desapariciones: desde que Xi Jinping llegó al poder, los opositores al régimen han estado desapareciendo cada mes en el país. A veces, sin ninguna forma de juicio, son enviados a cárceles secretas donde pueden permanecer encerrados durante meses, incluso años, sin que nadie sepa lo que les sucedió. Investigación de esos poderes faltantes.