Hace unos 66 millones de años, durante el Cretácico Superior, las distintas especies de dinosaurios que pueblan el planeta consiguieron imponer su dominio en la Tierra. Estos enormes animales, que pueden alcanzar hasta varias decenas de metros de longitud según la especie y tienen físicos diferentes, a veces muy amenazantes y preocupantes, se convirtieron en los mayores depredadores conocidos en el planeta azul. Ocupan mucho espacio y se convierten en animales poderosos y temibles para cualquiera que se acerque a ellos. Sus evoluciones son numerosas e incesantes, nunca dejan de crecer y desarrollarse a medida que pasan las épocas.