A mediados de 1940, casi toda Europa occidental se hallaba bajo la influencia del III Reich. Sin embargo, en la Batalla de Inglaterra librada entre julio y octubre de ese año, la Royal Air Force se impuso a la Luftwaffe alemana. Hitler tendría que suspender la operación León Marino, la invasión de Gran Bretaña, para centrarse en la operación Félix, que implicaba la conquista de Gibraltar y la entrada de España en la segunda guerra mundial.