En lo que significó una operación contra el terrorismo, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán lanzó varios ataques con misiles y aviones no tripulados contra las bases de bandas separatistas antiraníes en el norte de la región semiautónoma del Kurdistán de Irak.
Las autoridades especificaron que la medida responde como una represalia por enviar fuerzas y armas para avivar los disturbios en Irán y atacar algunos de los puestos de vigilancia fronterizos. Incluso los separatistas antiraníes serían apoyados por EU e Israel, a la par de no tomar acciones para acabar con la presencia de los grupos terroristas, según denuncia Irán.
El presidente Ebrahim Raisi, reiteró además que no será tolerado el disturbio y el vandalismo, al mismo tiempo que reconoció el derecho del pueblo a protestar, tras el incidente de la joven Mahsa Amini, quien murió en un hospital días después de que fuera detenida por la Policía de la moral, por el incorrecto uso de su hijab.
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