Entre aplausos de varios sectores y polémicas de otros se marcó un precedente para la historia. Un presidente pospone la entrega de credenciales de un embajador en último momento. Se trata del mandatario de Chile, Gabriel Boric, y el representante diplomático de Israel en la nación suramericana.
El motivo de Boric no fue más que el apoyo a la causa palestina, y una manera de decir basta, ante el asesinato constante de niños, adolescentes y gente palestina, en manos de la violencia y agresividad del régimen sionista.
El gobierno chileno especificó que no es que se haya suspendido la ceremonia, sino que se pidió postergarla debido a la muerte de un joven palestino por parte del ejército israelí durante una redada en el norte de la Cisjordania ocupada.
El accionar del presidente del país que de hecho tiene la mayor comunidad de palestinos fuera del mundo árabe, generó por un lado el buen reconocimiento del movimiento de la resistencia palestina, HAMAS, mientras que por el otro causó un llamado del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, que advirtió que las relaciones entre ambos podían verse afectadas.
No es para nada un secreto el soporte de Gabriel Boric a la lucha palestina. Tan es así que durante su campaña electoral, defendió a la causa y definió a Israel como “un estado genocida y asesino”.
Para la comunidad palestina en Chile, el proceder del presidente marca un ejemplo para otros gobiernos del mundo, y el trato y relación con Israel, mientras éste sigue causando un genocidio contra el pueblo árabe.
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