En México, la lucha libre es mucho más que un deporte. 'Técnicos', 'rudos' y 'exóticos' compiten para hacer historia en un universo cuyas coloridas representaciones van más allá del cuadrilátero y han logrado proyectar, en una singular forma de sincretismo, los rasgos más particulares de la identidad nacional. Pasión, entrega y sacrificio se combinan en un espectáculo casi catártico que hace vibrar a aficionados de todas las edades, quienes no se pierden un combate de sus ídolos enmascarados.