El arte de la Antigüedad expoliado en Oriente Próximo y Medio está muy cotizado entre los coleccionistas. La policía une ahora fuerzas con arqueólogos para impedir que las redes criminales trafiquen con estos objetos de valor incalculable.
El saqueo de obras de arte antiguas adquirió una magnitud sin precedentes en 2015, cuando la organización terrorista Estado Islámico comenzó a destruir la antigua ciudad de Palmira en Siria. En las zonas de guerra de Irak y Libia también fueron saqueados monumentos antiguos. Importantes tesoros artísticos de Oriente, de inmensa importancia para la humanidad y la historia de la civilización, desaparecieron o fueron destruidos. Las a menudo altas ganancias de la venta de arte expoliado suelen destinarse a financiar guerras o a grupos terroristas como Estado Islámico. En repetidas ocasiones, las antigüedades robadas aparecen más tarde en galerías de renombre o en los mercados internacionales de arte.
El reportaje rastrea las obras y acompaña a las unidades especiales de la policía europea y a los investigadores arqueólogos en su búsqueda del arte y de los responsables del negocio ilegal. El rastro lleva desde las casas de subastas de París y Bruselas, pasando por Nueva York, hasta Libia, actualmente centro de traficantes de arte expoliado. También se revelan sus vínculos con grupos terroristas como Estado Islámico.
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