Son muchos. Miles. Decenas de miles. Sin dinero. Sin ropa. Sin comida. Solo esperanza hay de sobra. Llegarán. Entrarán. Tendrán trabajo. Y papeles. Y dinero. ¿Cómo no? Dudar es un lujo. No pueden permitírselo. Por sus hijos. A fuerza de dar pasos, uno tras otro. A fuerza de esperanza. Hasta que el cuerpo aguante. O aunque no aguante. Pensar en el norte, siempre. En la prosperidad. Son miles. Decenas de miles. Dicen que no son bienvenidos. Que no hay sitio para todos. Pero dudar es un lujo…