A partir de febrero de 2019, millones de personas en Argelia iniciaron una ola de protestas contra el gobierno. Salieron a las calles para evitar que el presidente Bouteflika, tras 20 años de mandato, presentara la candidatura para su reelección.
"Hirak" es el nombre del movimiento de protesta en Argelia, que terminó provisionalmente en marzo de 2020 debido a la prohibición de manifestaciones por la pandemia de Covid-19. Sin embargo, las causas del descontento de muchos argelinos aún no se han resuelto. Aunque el ahora fallecido expresidente Abdelaziz Bouteflika de hecho tuvo que retirar su candidatura, para el movimiento de protesta también era importante la introducción de una verdadera democracia, el fin de la corrupción y de la mala gestión y la retirada de los militares de la arena política. El ejército, la institución más poderosa de Argelia desde la independencia del país de Francia en 1962, todavía determina en gran medida el destino político y económico del estado del norte de África, rico en petróleo y gas natural.
Cinco jóvenes argelinos, todos participantes activos en las protestas, cuentan en el reportaje por qué protestan contra la élite del poder gobernante y qué desean para su país.
Todos oscilan entre la esperanza y la resignación, y se preguntan qué futuro tienen en su país.
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